La sepia a la plancha es un plato tradicional y sumamente delicioso que, con su sencillez y su sabor a mar, conquista los paladares más exigentes. A menudo, muchas personas enfrentan dudas sobre cómo cocinarla para obtener ese punto perfecto: tierna por dentro, dorada por fuera y rebosante de sabor. En este artículo, abordaremos los pasos clave para que puedas preparar una sepia a la plancha impecable, resolviendo las posibles incertidumbres que puedas tener en el proceso. Desde la correcta preparación de la sepia, hasta el toque final con una salsita de ajo y perejil, te guiaremos para que este plato sea un éxito en tu mesa.
Contenido:
Preparación de la sepia
Antes de cocinar, es esencial asegurarse de que la sepia esté bien limpia y lista para ser cortada. La limpieza es un paso crucial para evitar sabores no deseados y asegurar una textura agradable en el plato final.
Corte de la sepia
Comenzaremos partiendo la sepia en tiras largas de aproximadamente un centímetro y medio de grosor. Luego, cortaremos esas tiras en cuadraditos del tamaño que prefieras. Aquí el gusto personal es lo que cuenta, así que siéntete libre de ajustar el tamaño de los trozos a tu preferencia.
Secado de la sepia
El secado de la sepia es, sin duda, un paso fundamental. Este asegura que, al cocinarla, no suelte exceso de agua y se pueda dorar adecuadamente. Para ello, colocaremos la sepia sobre una servilleta de papel y la secaremos meticulosamente.
Cocinado a la plancha
Una vez que la sepia está bien seca, es hora de llevarla a la sartén o cacerola. Esta fase es clave para conseguir esa textura ideal y un dorado apetitoso.
El aceite y el fuego
Se añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra al fondo de la cacerola, calentando a fuego alto – en una escala, estaríamos hablando de un nivel 9 de 9. El aceite no debe ser excesivo, solo lo suficiente para cubrir ligeramente el fondo.
Cocinado de la sepia
Colocamos la sepia extendida en la cacerola, sin añadir sal en este momento, y la dejamos cocinar durante un par de minutos sin tocarla. Tras un minuto, le damos la vuelta y dejamos que se cocine otro minuto más. Es normal que la sepia salte un poco debido a la alta temperatura.
Preparación de la salsa de ajo y perejil
Una vez que la sepia está cocinada, procederemos a preparar una sencilla pero sabrosa salsa que complementará a la perfección nuestro plato.
Ingredientes de la salsa
Para la salsa necesitaremos ajo y perejil frescos, que cortaremos en trozos muy finos. También incluiremos jugo de limón fresco, un poco de aceite de oliva virgen extra y un toque de vino blanco.
Emulsión de la salsa
En un cuenco, mezclaremos todos los ingredientes y removeremos hasta que la salsa emulsione y tome un color verdoso. Una vez obtenida la consistencia y el color deseados, reservaremos la salsa para añadirla posteriormente a la sepia.
El toque final
Retomamos la cocción de la sepia con un nuevo añadido de aceite de oliva virgen extra y calentamos de nuevo la cacerola. La sepia, ya cocida, se reintroduce en la cacerola para dorarla durante un par de minutos más, dándole la vuelta a mitad del tiempo.
Añadiendo sabor
Tras estos minutos y antes de que la sepia esté completamente cocida, incorporamos la salsa que habíamos reservado, ajustamos el punto de sal y dejamos que todo se cocine junto un minuto más, permitiendo que los sabores se fusionen y la sepia adquiera un delicado color dorado.
Con estos pasos, tendrás una sepia a la plancha con ajo y perejil lista para ser disfrutada. Una receta simple, con ingredientes frescos y técnicas precisas que garantizarán el éxito de este plato en cualquier ocasión. ¡A disfrutar de su exquisito sabor!