Las almendras son un alimento versátil y nutritivo, que puede ser consumido de diversas formas, ya sea crudo o en preparaciones diversas. No obstante, una de las dudas más frecuentes entre los consumidores es cómo pelar las almendras para obtener una versión más suave y estética en nuestros platos. En este artículo, abordaremos la técnica correcta para quitar la piel a las almendras y discutiremos las ventajas de este proceso, así como los beneficios nutricionales que nos aporta este fruto seco. También, despejaremos la incógnita acerca de si es indispensable pelarlas y qué uso podemos darles una vez que están listas para ser consumidas.
Contenido:
Beneficios nutricionales de las almendras
Las almendras crudas son altamente recomendadas en una dieta saludable por su aporte significativo de proteínas, calcio y ácidos grasos insaturados, beneficiosos para la salud frente a las grasas saturadas. También, su piel contiene una cantidad adicional de fibra, lo que puede resultar ventajoso en ciertos casos. Aprender a diferenciar y preparar las almendras puede enriquecer nuestro patrón alimentario y optimizar sus cualidades nutricionales.
Tipos de almendras y sus características
Existen distintas presentaciones de almendras: con cáscara, sin cáscara, con piel, sin piel, tostadas, fritas, con sal o sin sal. Cada una tiene sus peculiaridades en cuanto a forma, tamaño y textura. Por ejemplo, las almendras con piel son ligeramente más duras que las almendras blancas o peladas, las cuales han sido sometidas a un proceso de escaldado que las hace más blanditas y fáciles de masticar.
¿Cómo pelar almendras en casa?
Preparación del agua para escaldar
El primer paso para pelar almendras es poner a hervir agua en un cacito. La cantidad de agua dependerá del número de almendras que queramos pelar. Una vez que el agua haya hervido, se apaga el fuego y se procede al siguiente paso.
Escaldado de las almendras
Al agua caliente se añaden las almendras y se dejan reposar durante un minuto. Este proceso es crucial, ya que el calor del agua facilitará el desprendimiento de la piel de las almendras.
Pelado de almendras
Tras el minuto de reposo, se escurren las almendras. Es importante no dejar que se sequen antes de pelarlas, pues de lo contrario la piel se reafirmará y será más difícil retirarla. Para pelarlas, basta con apretarlas ligeramente entre los dedos y la piel se desprenderá casi por completo. Si se dejan secar demasiado, podríamos necesitar repetir el proceso de escaldado.
Secado y almacenamiento
Una vez peladas, es vital dejar secar las almendras completamente antes de almacenarlas, preferiblemente en un recipiente hermético. Si las guardamos aún húmedas, corremos el riesgo de que se deterioren rápidamente.
Usos de las almendras peladas
Al pelar las almendras en casa, se nos abren un sinfín de posibilidades culinarias. Podemos emplearlas para preparar tostadas, fritas, en la elaboración de mantequilla de almendras y hasta para hacer harina de almendra. Este proceso no solo mejora la textura para ciertas recetas, sino que también puede aportar un aspecto visual más atractivo a los platos.
En resumen, pelar almendras puede parecer una tarea minuciosa, pero con el método adecuado es sencillo y rápido. Los beneficios nutricionales se mantienen y nos brinda la oportunidad de experimentar con distintas recetas y presentaciones. Esperamos que este artículo les sea de gran ayuda y les invite a incorporar las almendras de formas innovadoras en su alimentación diaria.