La administración de medicamentos por vía rectal es un procedimiento comúnmente utilizado en la práctica médica, pero que a menudo genera dudas acerca de su correcta aplicación. Es fundamental comprender la manera adecuada de colocar un supositorio y conocer las razones por las que se opta por este método. En este artículo, abordaremos paso a paso cómo introducir un supositorio de la manera correcta, exploraremos la anatomía relevante del esfínter anal y explicaremos por qué algunos fármacos se administran rectalmente, así como las ventajas que ofrece esta vía de administración. Resolveremos las incertidumbres más frecuentes y facilitaremos información esencial para un uso seguro y eficaz de los supositorios.
Contenido:
¿Cómo colocar correctamente un supositorio?
Contrario a la creencia popular, la correcta introducción de un supositorio no es con la punta afilada hacia adentro, sino al revés. A continuación, explicamos el procedimiento adecuado:
Paso 1: preparación para la inserción
Antes de proceder, es importante lavarse las manos y asegurarse de que el supositorio esté firme. Si está demasiado blando, se puede enfriar en el refrigerador para endurecerlo.
Paso 2: posición correcta del supositorio
El supositorio debe ser introducido con la parte plana hacia adelante y la punta afilada hacia afuera, facilitando así su correcta ascensión una vez que esté dentro del recto.
Paso 3: inserción del supositorio
Con la ayuda de un dedo, el supositorio se debe empujar suavemente hacia adentro, pasando los esfínteres anales interno y externo. Una vez insertado, es necesario mantener la posición unos minutos para asegurar su correcta disolución.
Anatomía relevante del esfínter anal
Para comprender la importancia de la técnica de inserción, es necesario conocer los esfínteres anales:
Esfínter anal externo
El esfínter externo, de color verde en las representaciones, es el músculo voluntario que podemos controlar para relajarlo o contraerlo.
Esfínter anal interno
El esfínter interno, mostrado en azul, es involuntario y en reposo es responsable del 85% de la presión en la zona anal.
Si el supositorio se introduce con la punta hacia adentro, los esfínteres tienden a empujarlo hacia la salida, mientras que la inserción correcta asegura que se mueva en dirección ascendente dentro del recto.
La vía rectal en la administración de medicamentos
Existen razones específicas por las que se opta por la administración rectal de medicamentos:
Beneficios de la circulación rectal
La circulación rectal posee una peculiaridad; en vez de pasar por el hígado como es habitual en el proceso digestivo, va directamente a la circulación general. Esto permite que los medicamentos administrados por esta vía tengan un efecto más inmediato, al evitar el proceso de metabolización hepático.
Alternativa para pacientes con dificultades para la ingesta oral
También, se utiliza como un método alternativo para aquellos pacientes que no pueden tomar medicación de forma oral, ya sea por vómitos o por alguna incapacidad para deglutir.
Al finalizar esta lectura, esperamos que haya quedado claro cómo y por qué se utilizan los supositorios. Este conocimiento garantiza un uso adecuado y eficiente de la medicación rectal, asegurando así su máxima efectividad y minimizando cualquier incomodidad durante el proceso.