¡Combate el reflujo del bebé! ¿Cómo distinguirlo? Baby Suite

La alimentación en los primeros meses de vida de un bebé puede venir acompañada de ciertas preocupaciones para los padres, especialmente cuando se enfrentan a episodios de regurgitación y reflujo gastroesofágico en sus pequeños. Estos fenómenos, aunque comunes, generan dudas sobre su normalidad, manejo y posibles implicaciones en la salud del lactante. En este artículo, abordaremos con detalle qué son la regurgitación y el reflujo gastroesofágico, cómo diferenciarlos y qué medidas se pueden tomar para aliviar a los bebés que los padecen. A través de la experiencia y conocimientos de una matrona, ofreceremos información valiosa y consejos prácticos para acompañar a los padres en esta etapa del desarrollo de sus hijos.

¿Qué es la regurgitación en bebés?

¡Combate el reflujo del bebé! ¿Cómo distinguirlo? Baby Suite

La regurgitación es un fenómeno completamente fisiológico que se presenta en todos los bebés, independientemente de si su alimentación es a base de leche materna o fórmula. Consiste en el retorno de pequeñas cantidades de leche desde el estómago hacia la boca, lo cual es totalmente normal debido a la inmadurez del esfínter esofágico del recién nacido. Este se asemeja a una botella llena de agua que, al mínima movimiento, permite que su contenido se derrame. A pesar de que pueda parecer que el bebé expulsa mucho líquido, en realidad no es así; son lo que se podría llamar «regurgitadores felices», ya que siguen ganando peso y se muestran contentos después del episodio.

Manejo de la regurgitación

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En el caso de la regurgitación, no se requiere de un tratamiento específico, ya que es un proceso que tiende a desaparecer con la maduración del esfínter y el crecimiento del bebé. También, la introducción de alimentos más sólidos en la dieta contribuye a su disminución. Los padres deben mantener la tranquilidad siempre y cuando el bebé continúe aumentando de peso y no muestre signos de incomodidad.

El reflujo gastroesofágico en bebés

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A diferencia de la regurgitación, el reflujo gastroesofágico puede llegar a ser patológico y está asociado a síntomas de malestar en el bebé. Estos incluyen arqueo del cuerpo, llanto durante las tomas y posible rechazo al alimento. El reflujo se caracteriza por el ascenso del ácido estomacal hacia el esófago, lo cual puede causar sensación de quemazón y otros síntomas incómodos, tanto en el esófago como en la boca del bebé.

Consejos para manejar el reflujo gastroesofágico

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  • Mantener al bebé en una posición vertical después de alimentarlo.
  • Consultar al pediatra para un adecuado diagnóstico y tratamiento.
  • Evitar la automedicación y seguir las indicaciones del especialista.
  • Considerar la terapia manual y el uso de portabebés ergonómicos.

Tratamiento y prevención

Tratamiento-y-Prevencion

El tratamiento del reflujo gastroesofágico puede incluir el uso de antiácidos prescritos por el pediatra, los cuales suelen ofrecer mejoría notable entre el día 3 y 10 de tratamiento. Este tratamiento generalmente tiene una duración aproximada de dos meses, con una posterior disminución gradual de la medicación. También, es crucial que el especialista descarte posibles alergias o intolerancias alimentarias que podrían estar contribuyendo al problema.

Recomendaciones generales para aliviar los síntomas

En el cuidado diario, es importante adoptar prácticas que ayuden a reducir los episodios de reflujo. Algunas de ellas son mantener al bebé lo más erguido posible durante y después de las tomas y optar por posiciones de amamantamiento que favorezcan la digestión, como la posición de caballito o la posición de rugby. También se aconseja elevar ligeramente la cabecera de la cuna para aprovechar la gravedad y así facilitar la digestión durante el sueño.

Importancia de la frecuencia en las tomas

Un aspecto clave en la prevención de la regurgitación y el reflujo es la frecuencia de las tomas. Ofrecer alimento al bebé con menor intervalo de tiempo puede evitar la sensación de hambre intensa y, por lo tanto, la ingesta excesiva en una única toma, lo que podría empeorar los síntomas. Esta recomendación es análoga al consejo que se ofrece a las embarazadas que experimentan acidez: comer en porciones pequeñas distribuidas a lo largo del día, en lugar de comidas abundantes.

En conclusión, regurgitación y reflujo son situaciones comunes en los bebés, pero su manejo adecuado y la comprensión de sus causas pueden ayudar a los padres a proporcionar el confort necesario a sus hijos. La colaboración con el equipo de salud es fundamental para asegurar un seguimiento adecuado y evitar complicaciones. Recuerde siempre consultar a su pediatra ante cualquier duda o inquietud.

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